Estimulación Magnética Transcraneal
Es una técnica no invasiva que comenzó a utilizarse hace más de veinte años y ha demostrado su eficacia en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas.
¿Qué es la EMT?
La EMT es la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva y consiste en la modulación de la actividad de circuitos neuronales a través de la aplicación de pulsos electromagnéticos en la corteza cerebral.
Un médico especialista como el Dr. Rafael Rodríguez Calzada será el encargado de dar el diagnóstico, recomendar el ratamiento y llevar a cabo la primera sesión.
Es una técnica que se aplica de manera ambulatoria, no precisa de sedación y no es dolorosa, regresando el paciente tras las sesiones a su vida rutinaria.
En Salud Mental la principal indicación es la Depresión resistente al tratamiento con un antidepresivo, empleándose también en el tratamiento de ansiedad, adicciones, trastorno obsesivo compulsivo y en síntomas psicóticos. En Neurología se utiliza para tratar el tinnitus, Fibromialgia, dolor crónico, rehabilitación de miembros afectos de paresias por ACV.
¿Quién puede tratarse con EMT?
Los pacientes que pueden recibir este tratamiento son adultos diagnosticados de Depresión, Trastorno Obsesivo Compulsivo y Ansiedad asociada a la Depresión que no mejoren su salud con los remedios habituales, tales como la medicación antidepresiva o la psicoterapia.
Su uso también está recomendado para pacientes que sufren alguna adicción. Estudios clínicos han demostrado la efectividad de la EMT a la hora de reducir el deseo de consumo de psicoestimulantes y evita también la posibilidad de abandonar el tratamiento. Lo ideal es combinar la EMT con otro tipo de terapia, como un complemento.
Duración, aplicación y efectos secundarios de la EMT
Las sesiones de EMT se realizan en la consulta y tienen una duración estimada de viente minutos. Lo ideal para que el tratamiento sea efectivo es que se realicen con una periodicidad diaria durante, al menos, cuatro semanas.
Respecto a la aplicación de la terapia, no es lesiva para el paciente. Una vez quitadas joyas como pulseras, pendientes o collares, el paciente se recuesta en una camilla y recibe la electroestimulación. En la primera sesión se analizará la dosis necesaria para cada persona y se buscará el lugar exacto en el que aplicar la estimulación. En función del progreso, se irán modulando estos parámetros. El sueño, la medicación o la ingesta de cafeína pueden alterar también las medidas.
Se trata de un procedimiento médico totalmente seguro. Puede provocar un leve dolor de cabeza y una escasa sensación de náuseas pero podrás recuperar la vida normal inmediatamente después del tratamiento.
Tan solo si el paciente tiene placas, algún fragmento de metal o implante metálico transcraneal está desaconsejado este tratamiento (marcapasos). Personas con algún tatuaje de tinta metálica o aquellos que hayan padecido ataques de epilepsia también son especialmente sensibles.